domingo, 27 de abril de 2008

Vistas al mar



Vistas al mar

Hay una mujer que mira hacia el mar pero hay algo en la mujer -a saber: el vuelo extremadamente lento de su blusa, el pelo largo y enredado- ,hay algo en ella que parece que esté mirando hacia atrás, pero no hacia nuestro atrás o el suyo, no hacia el atrás de yo mirando su nuca y ella mirando la nuca de las olas, algo nos dice que esa mujer mira hacia atrás, que recuerda, y entonces una caballo que se abalanza sobre su tobillo derecho y el miedo del caballo-cucaracha sobre sus dedos menuditos y es todo pánico a su alrededor excepto en ella, que sólo ve la tristeza de las pezuñas hacia arriba y la blanca panza del animal y su padre que la mira y vas como una puta le dice el muy bruto y ella se sonríe porque ya se sabía que tenía muros en las orejas y entonces el padre comprende y sonríe con ella y entonces ella llora porque su padre ha sonreído y ella no tiene muros aún para esas cosas y el padre, que ya sabía, aprieta el momento perfecto y le habla de las mujeres que andan con tres palmos mas de falda que tú y se venden y tú pareces otra y va minando muros y la tiene ahí, agachadita, tirándose de la falda hacia el suelo y hacia arriba del escote y hunde el pecho cuando salta y lo ve todo del revés, y ve a Lucas con la boca donde los ojos y la cabeza en los pies y en realidad todos están así, pero ella sólo ve a Lucas, guiñándole al revés, esconde bajo sus hombros la cabeza y entra en el agua tibia y ya desde allá abajo se pueden oír los aplausos, eres una gran saltadora, querida, bien, bravo por la benjamina, esa es mi chica, sí señor, Lucas, te vi del revés y eres más feo aún y entonces una carcajada y el agua le sonríe al revés desde la orilla y hay un hombre en una ventana en un edifico con tercero que mira hacia el mar pero parece estar mirando hacia otro lado-a saber: la ceja izquierda bordeando las gafas, el arco de su brazo contra el muro, la mano cubriéndole los ojos del sol-, ese hombre, sí, ese hombre parece que esté mirando hacia adelante, pero no mi adelante ni el suyo, no el delante de yo mirando sus manos y él mirando las manos de las olas, algo me dice que ese hombre mira hacia adelante, que imagina, y entonces hay una mujer que mira al mar.

sábado, 26 de abril de 2008

Tortugas, cronopios y pinzas


Tortugas y cronopios

Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben, y no se preocupan.
Los famas lo saben, y se burlan.
Los cronopios lo saben, y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.
Julio Cortázar

viernes, 25 de abril de 2008

Agua y azúcar



I
El tiempo exacto

de aquellas agujetas

duró el amor.



II
Se marchó un día

como se va el dolor

(agua y azúcar).

jueves, 24 de abril de 2008

Volver






VOLVER

Mi recuerdo eran imágenes,
en el instante, de ti:
esa expresión y un matiz
de los ojos, algo suave


en la inflexión de la voz,
y tus bostezos furtivos
de lebrel que ha maldormido
la noche en mi habitación.


Volver, pasados los años,
hacia la felicidad
-para verse y recordar
que yo también he cambiado.

Gil de Biedma

martes, 22 de abril de 2008

París


París está más relajada desde que te fuiste. Parece mentira que un hasta nunca, querido, nunca me tuviste, pueda haber trastocado de este modo las esquinas, pueda haberlas suavizado, pueda haber cicatrizado el sol de este agosto que se clavaba en la sienes, ¿recuerdas?, pueda haber llorado con todas las señoras que gritaban en la noche maldiciendo una y otra vez a los transeúntes con la boca espumosa de pasado. París ahora es una ciudad con paredes que detallan lo más íntimo de su piel y hasta sus venas se han colmado de insospechados aromas para el asombro y disfrute de los que la acuchillan. Los pasos donde alguna vez tus pies caminaron descalzos ofrecen hoy al buen visitante un mosaico infinito de piedras relucientes que se abren a los ojos maravillados de una polaroid como espléndidas bailarinas levantando su cancán y todo así es tan correcto. Se sopla las cenizas esta ciudad que es mi última amiga y desde que te fuiste no hay un solo minuto en que me deje pensar en ti porque siempre me está mostrando cuánto hay que conseguir para que uno se sienta en paz y cuánto hasta que la gorda fortuna, el bienestar, la paz, la paz, la paz, vengan tal que así, en ese orden, a acostarme en mi cama y ver cómo las froto con mis manos intentando no dejar escapar de sus cuerpo ni siquiera una única, insignificante y minúscula gota de sudor, por si acaso. París está más relajada desde que te fuiste y aún hoy, que me tropiezo una y otra vez con caderas insatisfechas que se atascan en el estómago y me borran de un encuentro tu recuerdo, aún ahora que me cuesta vislumbrarte entre los labios de estas señoritas embriagadas de sí mismas, de su olor, de su vello, incluso cuando de un gemido cae muerta aquella que fuera tu voz, continúa pareciéndome increíble que un simple hasta nunca, querido, nunca me quisiste, mereciste, me tuviste, nunca fui tuya, nunca estuve aquí, nunca me follaste, mi vida, nunca, nunca dije tu nombre, ya ves, hasta nunca porque nunca, querido, nunca vine a París, aún me parece increíble que puedan las esquinas de mis sueños (¡París, París era mi sueño!) haberse enfurecido contra mí y puedan ir hincándose en las costillas de alguien que dejó de ver las horas dulces del sol de cualquier mundo, de alguien que dejó de oír a estas viejas agoreras cuando supo que decían la verdad: “Paris etait ton rêve, idiot, non le rêve d’elle”.

lunes, 21 de abril de 2008

Nunca el tiempo es perdido

Rastro, huella de los pasos errantes del buscador de señales.



Rastro, huella de mi búsqueda errante que sin ti no encuentro señales.



http://es.youtube.com/watch?v=T6HR-hIXxes