domingo, 3 de agosto de 2008

La piel y la memoria



Y, de repente,

la certeza de que mi cuerpo

se ha hecho a la medida

con que tus ojos precisos lo observan.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y, de repente,
la certeza de que mis manos
no podran recorrer nunca
tu cuerpo diseñado para ellas.

Anónimo dijo...

Hola.Me encanta tu blog y las fotos que tienes puestas :D
Espero que sigas poniendo entradas.

Anónimo dijo...

Rapto, un ¡zas! sugerente.