viernes, 17 de octubre de 2008

Cincuenta y tres minutos


-Buenos días- dijo el principito.
-Buenos días- dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacan la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
-¿Por qué vendes eso?- dijo el principito.
-Es una gran economía de tiempo- dijo el mercader-. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
-Y, ¿qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
-Se hace lo que se quiere...
"Yo, se dijo el principito, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría suavemente hacia una fuente...".
El principito
Saint-Exupéry

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble la respuesta del principito. Me gustaría que la hubiese dicho en voz alta para ver la cara que se le queda al mercader, aunque seguro que no la entiende.