martes, 3 de febrero de 2009

Es cierto que la noche parece contemplarse a sí misma detrás de la ventana como exhausta -el temporal dejó gente sin casa, edificios rotos y una mortal colección de ventanas agrietadas rodeando la estación-. Pero no es esta una noche oscura del alma. Una no debe ponerse maldita cuando Fortuna le sonríe.

Sin embargo, he venido para quejarme: con cada uno de tus gestos me robas cinco o seis palabras y tengo que andar inventando sinónimos o peor, anunciando el parte meteorológico de ayer -y sus desastres-. Parece ser más fácil inventarte, amor, que describirte.

Y sin embargo, he venido para mirarte.

3 comentarios:

El Porquero de Agamenón dijo...

Querida señorita:
I-Enhorabuena por su nuevo formato.
Se pueden apreciar mejor sus magníficas fotos. Un casto beso.

natalia manzano dijo...

me gusta la foto. se puede interpretar de muchas formas.

Jaime Noguera dijo...

Creo que esas pinzas no están homologadas para pezones.

Aviso.