sábado, 15 de agosto de 2009


Quiero decirlo ahora
Porque si no después las cosas se complican.
Soy peor todavía de lo que muchos creen.
Me gusta justamente el plato que otro come
Aburro una tras otra mis camisas
Me encantan los entierros y odio los recitales
Duermo como una bestia
Deseo que los muebles estén más de mil años en el mismo lugar
Y aunque a escondidas use tu cepillo de dientes
No quiero que te peines con mi peine
Soy fuerte como un roble
Pero me ando muriendo a cada rato
Comprendo las cuestiones más difíciles
Y no sé resolver lo que en verdad me importa.
Así puedo seguir hasta morirme:
Ya ves soy lo que llaman
El clásico maníaco depresivo.
J. A. Goytisolo

3 comentarios:

natalia manzano dijo...

Quitando los entierros y los cepillos y los peines (mi baño está a años luz de el de cualquier otra persona),
suscribo cada nota.

barroterapia dijo...

Ahora mismo no se me ocurre nada más doloroso que la honestidad.

Un beso gordo.

DespuesdeNantes dijo...

Todos tenemos un maníaco depresivo en nuestro interior, supongo