jueves, 13 de noviembre de 2008




Si fueras un mito y lo supieras, si, aunque sólo para una sola persona en el mundo fueras un mito y lo supieras, y si supieras también que de un suspiro podría desvanecerse tanto falso pedestal, tanto equívoco ascenso a lo ilógico de los sueños, si supieras que de golpe podrían darte de espalda los aplausos de aquel o aquella que fuese tu muñequita indolente o tu trapito deshecho, si supieras todo esto y que el amor y el sexo pueden perjudicarte (es en los abrazos cuando más se arrugan las arrugas, cuando fallece el acero de los muslos, cuando caduca la voz) y si supieras que tendrías siempre que estar a la altura de las circunstancias y sostener así tu cuerpo equilibrado destronando a nubes y a aviones, si supieras todo eso y que al final dicen que todo cesa en su altura para tumbarse áspero en el suelo, y eso que dicen también de que los mitos son mitos hasta que dejes de serlo, querido, si lo supieras, dime, ¿cómo reaccionaría tu carne hilvanada en abstracciones, el musgo febril de tus encantos?

2 comentarios:

natalia manzano dijo...

prueba con el Matrimonio del Cielo y el Infierno ;)
me gusta la foto que has elegido de ti misma.

nos leemos!!
^^

El Porquero de Agamenón dijo...

magnífico poema.Enhorabuena.