sábado, 22 de noviembre de 2008

Amigo

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Gil de Biedma




Siempre vuelves, como una canción imperturbable que me duerme suave en la vida.

Llegas y te vas en la hora justa, y en la hora justa tu voz es desatada y el sueño es más libre y el deseo.

El resto se resuelve en ilusiones y son espejismos la profundidad del mar y tus abrazos.


Y siempre vuelves para sólo hablar de amor: oírte es tan sencillo que parece peligroso.




1 comentario:

Lucía dijo...

como siempre... me encanta!