Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Gil de Biedma
Siempre vuelves, como una canción imperturbable que me duerme suave en la vida.
Llegas y te vas en la hora justa, y en la hora justa tu voz es desatada y el sueño es más libre y el deseo.
El resto se resuelve en ilusiones y son espejismos la profundidad del mar y tus abrazos.
Y siempre vuelves para sólo hablar de amor: oírte es tan sencillo que parece peligroso.
1 comentario:
como siempre... me encanta!
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